A menudo, en la historia de la literatura -y en la vida cotidiana-, se ha identificado a la mujer con la princesa. Este término, aparentemente positivo y valorativo, ha encerrado a menudo otro tipo de lenguaje subliminal (paternalista, irónico...). La princesa de los cuentos de hadas es un personaje que representa la belleza, la bondad... pero, a la vez, la sumisión y la pasividad.
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor....
Rubén Darío
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